La extrañeza

Y nos despertamos en 2021 y parece que seguimos inmersos en la misma pesadilla.

Supongo que teníamos grandes expectativas en que el nuevo año, con el cambio de dígito, nos trajera nuevas noticias que nos ilusionasen otra vez. Ha sido mucho peor. No salimos de esta extrañeza que se torna apocalíptica de ver como se van sucediendo temporales de nieve, frío, lluvia, viento y acechando la terrible pandemia con cifras de contagios y muertes más elevadas que en la primera ola.

Estamos tristes y nos cuesta mucho pensar en un futuro a medio plazo. Es una extrañeza ante todo que jamás hemos vivido ni experimentado y a veces se hace enormemente complicado vivir con esta incertidumbre.

Tanto para las balas autores como para mí como editora se vuelve frustrante saber que muchos de nuestros libros ni siquiera van a poder presentarse, hablamos de “más adelante o “cuando se pueda” siendo totalmente conscientes de que no tenemos ni la más remota idea de cuándo podrá ser.

Ante todo este desasosiego solo nos queda intentar tener esperanza que en muchas ocasiones nos imponemos un sobreesfuerzo para alcanzarla. Intento llegar a ella con la ilusión del trabajo diario en cada uno de ellos, los que vienen y los que ya están en las librerías. Gracias a esto voy arañando resquicios de esperanza para encaminarme en cada nueva tarea.

Este 2021 tenemos nuevos y amados proyectos como BANG, nuestra primera colección de libros ilustrados, la Semana Kronen de 2021, los nuevos poemarios, la antología de Historias de Malasaña, los relatos que publicamos de Otras nietas de la Memoria en www.nietasdelamemoria.com, Bang Bang ya en Spotify (Link), propósitos de hacer crecer nuestro catálogo con obras que nos salven de toda aflicción.

Mi refugio contra la tristeza son mis libros, mis autores, mi conexión diaria con las palabras de otros que me ayudan a encontrar cercanía en la también extrañeza de los demás, a reinventarme y a seguir apostando por todas las vías de encuentro con nuestros lectores y oyentes.