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Entrevista de Nacho Escuín en Mondosonoro, por Sergio Falces

‘La mala raza’ (Bala Perdida, 2019) contiene 30 piezas. Eso hacen un total medio centenar de páginas impregnadas de rabia contenida. El poeta, escritor, profesor de universidad y agitador cultural Nacho Escuín nos muestra sin tapujos en su noveno poemario una etapa de su vida difícil de relatar sin el lenguaje de la poesía.

¿Cómo se pueden decir tantas cosas en una treintena de poemas? No hay duda de que la etapa de escritura del libro requería de un gran desahogo. 
Este es un libro (como casi todos) de naturaleza catártica, y he intentado que la máxima del ‘menos es más’ esté presente. Las palabras justas para decir todo lo que uno tiene dentro, sin excesos, solo el sentimiento en su estado más puro.

Hay dos partes muy claras. Una en la que contextualizas y otra en la que, de alguna forma, actúas. Supongo que la tercera parte la estás viviendo ahora mismo.
Algo de eso hay, la primera parte es el marco y la segunda la expresión del individuo en el mismo. La tercera parte trae cosas muy buenas con el libro ya entre las manos y el contacto con los lectores.

Han sido dos años de elaboración de estos textos. Años ‘raros’ para ti entiendo. Supongo que ha influido tu dedicación laboral paralela a la escritura de la obra.
Ha influido absolutamente, han sido años de una intensidad brutal cargados de cosas extraordinarias y también de momentos complicados. Este es un libro de esos instantes en los que uno no puede ni debe detenerse pero a veces se pregunta qué está haciendo y por qué constantemente.

Me parecen textos desoladores aunque a la vez optimistas. De ruptura y de mirada hacia adelante. En cualquier caso sobrecogen. Quizás también por su sinceridad. ¿Es fácil sincerarse cuando sabes que tus textos van a ser publicados? 
Creo que hay que mirar de frente a la verdad y creo que el poeta debe enfrentarse a sí mismo en sus libros. Creo que debe haber verdad en cada gesto, en cada verso y ser honesto a uno mismo de principio a fin.

¿Para un poeta sus mejores textos son los que no saca a la luz por vergüenza, o si le llega a pasar eso de dejar piezas inéditas lo que ocurre es que no se cree de verdad la poesía?
La concepción de la poesía cambia en cada uno de los poetas, en cada uno de los individuos. Todos enfocamos el texto con una determinada actitud, la mía es la de dejarme la piel en cada poema, sea este o no publicado.

Neorrealismo leemos en la información del libro. Lo traduzco como claridad y sinceridad. Sigues con tu estilo, pero, en esta caso, con versos muy cortos.
Quería un efecto muy puro, quería versos como disparos, contundentes y a la vez tan sencillos que dieran una enorme sensación de sencillez. Creo que a veces las cosas deben ser contadas sin el menor tipo de adorno, y esta vez esa era la cuestión.

En cualquier caso, por tu forma de expresarte, pero también por los temas que tratas, es fácil identificarse uno con este poemario. Al menos para alguien con algo de bagaje en la vida, vaya. Es todo muy generacional.
Como bien dices es un libro que ya asume ciertas cosas de entrada. Eso lo da la edad, a estas altura ya nos han pasado muchas cosas, y lo que te rondaré (risas). Creo que llega un momento en el que debemos mirarnos y plantearnos dónde estamos, quiénes somos y qué narices está pasando a nuestro alrededor si es que está pasando algo, claro.

¿Cómo te sientes siendo autor sin ser editor, algo que pertenece ya a una etapa anterior? Favorece ponerse en el lugar del editor o, a lo mejor, quita creatividad para ganar ‘comercialidad’?
Creo que todo autor debería ser editor alguna vez en la vida, colocarse tras el libro de otor y hacer todo ese ejercicio de esfuerzo y generosidad por otro libro y por el propio sistema. A mí me ha enseñado a respetar a mis editores por encima de todas las cosas y a entender el enorme esfuerzo vital y económico que hay detrás de todo proyecto editorial. Me quito el sombrero.

¿Cómo ves el panorama actual de poesía en Aragón?
Aragón vive su edad de oro de las letras. Hay excelentes autores, editoriales, lugares en los que suceden cosas sin parar y público fiel que llena las presentaciones en librerías o los recitales en salas y bares. Hay mucho trabajo detrás de mucha gente y creo que es el momento de disfrutarlo.

Muy parecido a lo que sucede con nuestra música.
La poesía tiene sus vínculos estrechos con la música y en Aragón hay géneros interrelacionados. Eso también es riqueza y diversidad.

 

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