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Laura Cancho

Siempre me ha gustado la contemplación del cielo en la oscuridad de la noche, un espacio de libertad entre el caos de su silencio. Un hogar sin gritos, donde se relativizan y empequeñecen todas mis preocupaciones.

A veces pienso que la poesía vino a mí como el nacimiento de una estrella. Después en un big ban infinito, que pasó por mis ojos cuando nací y que algún día podría extinguirse en la luz de la oscuridad. Pero ahora me doy cuenta de que eso será cuando ya no esté aquí, porque la poesía me hace ser lo que soy. Y este caos de expansión entre la belleza hace que surja la vida en cada minuto de esperanza, en un centímetro exhaustivo de mi libertad.

Y mi libertad corre peligro cuando come, cuando bebe, cuando se abriga… porque el deshielo de nuestro mundo ha comenzado y nosotros hemos activado ese botón. Somos responsables y  cerramos la puerta a la verdadera realidad. No sólo se deshiela la tierra: se deshiela la poesía, el significado, los sentidos, nuestra alma, las emociones…porque lo perderemos todo y el universo seguirá expandiéndose sin nosotros.

Miro el firmamento más desde que falleció mi madre de cáncer. Estábamos muy unidas. Era una mujer de una sensibilidad brillante y gran fuerza interior, que tuvo que vivir una vida muy dura e injusta. Y siento, desde que dejó el mundo del tacto, que la puedo encontrar en las copas de los árboles, en un pájaro, en el sonido del agua, en los planetas ardientes que observo con mi telescopio cada noche.

Y sobre todo al despertarme en mi casa del campo, con la luz abierta y el resplandor de todo ser dando gracias por un nuevo día. Me ayuda a seguir esa pasión que veo en la naturaleza por estar presente. Y deseo que nada de lo que vive en ella, que es la belleza de lo irracional, se pierda y abandone nuestro más preciado milagro: ser hijos de un prodigio, con una mueca salvaje por devolver a la vida.

Estudio el Máster de Cine y Últimas Tendencia Digitales, en la ECAM (Escuela de Cine de Madrid) y a través de la Universidad Rey Juan Carlos, 2011; estudió Filosofía en la UNED, 2010; es Diplomada en Guion y Dirección por el Núcleo de Investigaciones Cinematográficas (Tutor Pedro Loeb), 2004; Técnico Especialista de Imagen por el I.E.S Carlos Rodríguez Valcárcel, 2000.

En el ámbito de la literatura tiene publicados los libros: Fractura, 2017; Los Que Caminan (un viaje al Sáhara Occidental), 2014; El Silencio De La Perla, 2013; Las Sexuales, 2010. Colaboraciones y Antologías: Antología de Poesía Erótica Femenina. (Mujeres Que Aman a Mujeres), 2012; libro digital La Noche en Blanco, recital poético, FNAC, 2010; colaboradora en el libro sobre la violencia de género Amor, Razón, Violencia. 2009; Ha participado en revistas como la Revista Alora, la bien cercada, nº 31. Ha sido becaria del Diario Montañés de Santander, 2000. Así como diversos trabajos audiovisuales que han participado en festivales internacionales. Actualmente ejerce como freelancer.

Ha sido finalista del Premio de Poesía Encarnación Sánchez Arena 2016. Y del segundo premio del VI Concurso Internacional de Poesía, La Palabra de mi Voz. EEUU.2019.

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