«Reflexiones a la orilla del tiempo. Algunos tés imprescindibles» en El Diario de León

Hay cafés, hay mujeres, hombres, hay ilustres, hay experiencias… Hay la vida que pasa en una taza de té y la autora la escribe poniendo la lupa de la belleza. Todo, alrededor de una taza de té que revuelve Marifé Santiago Bolaños con talento literario, de testimonio, diario o relato, en Reflexiones a la orilla del tiempo. Algunos tés imprescindibles (Bala Perdida). Es un libro cálido como una taza de té. Y de cercanías aunque haya viajes exóticos. Es un libro sorpresa, porque es un acierto y un hallazgo toda esta suerte de realismo literario en el que Marifé Santiago (Madrid, 1962) hace un inventario vital de lugares y personas y le sale algo parecido a cómo ha debido ser su vida hasta la fecha.

«Tuve un amigo entrañable que una vez se levantó, de madrugada, desasosegado por si no le quedaba tiempo para volver a leer a Proust; este libro se despide con un té que le pertenece. Alguien así, al que despiertan los propios sueños, enciende una lámpara que, milagrosamente, no se apaga, como en la fiesta judía. Cuando empecé a pensar que tenía que reunir fragmentos de vida publicados aquí y allá con momentos en marcha que parecían derivar de ellos, recordé esa alegórica enseñanza de mi amigo y su necesidad de volver a En busca del tiempo perdido. Una pérdida que no supone abandono o descuido, sino el dejar inevitable que va construyendo la partitura de nuestra existencia». Así se presenta Reflexiones a la orilla del tiempo, un libro editado por Bala Perdida que, en consonancia con lo que viene, es un regalo perfecto, como continente y como contenido para, por ejemplo, viajar desde el calor casero de estos días agarrado a una taza de té. Las ilustraciones de Marga Villaverde son imperdibles.