Edición rústica con solapas en papel premium
Ánima
Compromiso y esplendor con la poesía como eco y como fondo. María Sotelo ha venido para zarandearnos con sus versos.
Tapa blanda: 108 páginas.
Rústica con solapas y guardas.
ISBN: 978-84-126108-8-8
15,00€ IVA incluido
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He desenredado el hilo que teje todos los átomos
de mi cuerpo
pensando que en algún momento
formaron el beso que implosionó entre tú y yo.
He deshojado cada universo entre las fronteras de nuestros pechos
pensando en cuantas vidas había estado dentro de ti.
He incendiado todos los mundos en los que coincidí contigo,
porque he pensado que se me ha desvanecido el alma tantas veces,
que mi suspiro,
al coger aire,
lo hace por costumbre de veintiún gramos en veintiún gramos.
He regresado inerte de tantas ruinas,
que cada gramo,
en la puerta de nuestra extinción,
ha versado hasta veintiuno,
todas las ánimas que,
chocando contra todos los volcanes de mi corazón,
compartí contigo.
David Galán- Redry
María Sotelo
Escapé de la recámara de la adolescencia gracias a la poesía, la música y la fotografía. Desde los 15 años, plasmo mi verdad en forma de verso. Como una buena Bala Perdida, he explorado caminos alternativos para encontrar mis pasiones. He surcado una buena cantidad de escenarios, ya que no hay lugar en el que sea más feliz que encima de las tablas y con un micrófono entre mis manos. Poemas de verso duro en boca de esta poeta que siempre se considerará en prácticas. Mi ruta sin mapa me llevó también a graduarme en Filología Hispánica y a enamorarme de la investigación literaria. Una vez más, sin darme cuenta, todos los caminos me llevaron a mi Roma personal: la literatura. Donde pongo el ojo, pongo el poema. Siempre me he sentido muy identificada con mi poesía social, ya que, gracias a este ímpetu contracorriente que me domina, me ha quemado el bolígrafo entre mis manos y he sentido la necesidad imperante de contarle al mundo todo lo que siento. Para mí, ser una Bala Perdida va más allá de atender a una simple locución nominal. Ser una Bala Perdida es danzar siempre en el alambre, ser insurgente en una sociedad dominada por el inmovilismo. La poesía de una Bala Perdida es el grito del ahogado, un rocknroll en ausencia de música, un verso suelto en medio del baile. ¡Que nunca pare la poesía!