Edición rústica con solapas en papel premium
Marina Ginestà. La chica del fusil
La intrépida vida de una miliciana republicana que acabó siendo una diplomática.
Traducción de Marta Cerezales Laforet.
Tapa blanda: 220 páginas.
Rústica con solapas y guardas.
ISBN: 978-84-128662-4-7
20,00€ IVA incluido
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Marina Ginestà es muy conocida en España gracias a una foto que la presenta vestida de miliciana republicana, con un fusil al hombro. Icono adorado por la mitad de los españoles, su identidad como persona siempre fue un misterio; era simplemente una imagen.
De la mano de su hija, Isabelle Werck, nos sumergimos en la apasionante historia de esta joven miliciana que representó a una juventud volcada en la defensa de la España republicana. Huyó a Francia en plena contienda y posteriormente se embarcó hacia Hispanoamérica en un exilio que le haría conocer varios países: Santo Domingo, Ecuador, Bélgica, Reino Unido y Estados Unidos para volver a España, a su querida Barcelona, en los setenta, donde residió unos años ostentando el cargo de cónsul junto a su marido el diplomático Carl Werck. Después de una estancia en la Bruselas natal de Carl, vivió sus años más felices en París.
Con cercanía y ternura, propias de la mirada hacia su madre, Isabelle nos acerca a la intrépida vida de una de esas familias que vivieron en los años más sombríos de nuestra historia reciente.
Isabelle Werck-Ginestà
Francesa de adopción, Isabelle Werck-Ginestà vive en París desde hace cincuenta años. Es musicóloga. Pero aparte de eso… resulta que también es la hija de la "chica del fusil", además de la nieta y bisnieta de valientes militantes socialistas catalanes. Habla con fluidez el castellano, pero sus limitaciones en el español literario la llevaron a escribir este testimonio en francés, el cual llega a ustedes gracias al trabajo de una traductora. Acostumbrada a publicar biografías de grandes compositores, en esta ocasión la autora ha dedicado su pluma, con emoción, a la vida de una persona… extremadamente cercana a ella. Tanto la redacción como la investigación del contexto de la Guerra de España las ha llevado a cabo sola, sin la ayuda de nadie. Quizás menos politizada que su madre, Isabelle es, sin embargo, una ecologista convencida. Hacia el año 2000, supe que mi madre había posado en 1936 con un fusil y que su foto se difundió ampliamente en España. Nunca la había visto vestida así. Ella trabajaba en la diplomacia, ¿saben? Siempre femenina y elegante. Sin embargo, yo sabía que era una "roja", me lo había contado muchas veces. En cambio, yo soy más bien una "verde", sensibilizada en la defensa de la naturaleza. Así que soy una bala perdida del fusil materno, que por cierto era viejo y no muy funcional. Pero, ¿acaso el rojo y el verde no se complementan maravillosamente? Para seguir la huella de mi madre amazona, dejé un poco de lado la música, que es mi profesión, para sumergirme en un pasado ibérico convulso y dramático. ¡Qué calamitoso capítulo de la historia, aquella guerra civil! Pero he sabido valorar, y de cerca, el optimismo y la vitalidad contagiosa de una persona que logró salir adelante con una sonrisa.